26 diciembre, 2015

Los compromisos

Meryl Streep con su camiseta haciendo campaña en favor de la igualdad: "Prefiero ser rebelde que esclava".


29 septiembre, 2015

Algunos Mapplethorpes


En “Cuestión de énfasis” de Susan Sontag
Hablando de fotografía y que nos fotografíen.

 “Aunque la razón me dice que la cámara no apunta a mi cabeza como el cañón de un fusil, cada vez que poso para un retrato fotográfico siento aprensión. Y no se trata del conocido temor, manifestado por muchas culturas, al robo del alma o de un aspecto de la personalidad. No imagino que el fotógrafo, para así introducir la imagen-réplica en el mundo,  me robe algo. Pero advierto que la experiencia que ordinariamente tengo de mí misma se ha trastocado. (…)


No me siento amenazada. Pero sí me siento desarmada, mi conciencia reducida a un avergonzado nudo de timideces que intentan recobrar a compostura. Inmovilizada para el examen de la cámara, siento el peso de mi máscara facial, el abultamiento y la carnosidad de mis labios, la anchura de mis orificios nasales, el desorden de mi cabello. Me siento como si estuviera detrás de mi cara, mirando afuera a través de las ventanas de mis ojos, como el prisionero de la máscara de hierro en la novela de Dumas”

07 agosto, 2015

New York

Werner Kruse, el ilustrador de Manhattan. Documentó el Nueva York de los años 60.




26 julio, 2015

Hugh Laurie

Todo un descubrimiento, no veo la serie Doctor House, pero su protagonista Hugh Laurie es un espléndido, pianista, guitarrista y cantante de blues. Para todos aquellos que les guste el Jazz-blues disfrutarán. Una maravilla sus discos y sobre todo el último "Didn't it rain".

23 julio, 2015

Panegírico minusval 2000

He visto y he hecho cosas que jamás imaginaríais, lo supe por vuestro asombro cada vez que os las contaba.

He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del río Deva, en Cantabria.

He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la única convicción de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas, éramos capaces de hacerlo. Teníamos 12 años.

En un sábado estival del 94 descubrí cruzando el Puente de Londres que se hablaba más español que inglés. Y he divisado una gaviota cruzar Times Square y perderse entre los edificios de Manhattan, como un sueño desesperado en busca de un puerto.

He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida.

Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, más de lo que la mayoría probablemente habría imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones inútiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no podía faltar.

Me he asomado a los misterios del Cosmos. Aprendí que el Universo es muy grande y las posibilidades infinitas, así que no desesperéis. Pero decidir es hacer camino, y nunca se puede retroceder, aunque lo parezca, podemos volver a un mismo tiempo y lugar, pero siempre pagaremos un precio y nunca seremos los mismos. Eso se llama entropía.

He recorrido los otoñales bosques de la cultura de papel, la Historia, la Literatura y la Filosofía, y descubierto con regocijo que no todo está dicho. Me serví de muchos libros, aunque creo que pasé por más erudito de lo que en realidad era. La mayor parte de mi cultura provenía del cine y la televisión y de una impulsiva curiosidad por todo. Ningún libro o película me pudo dar más que algunos buenos indicios sobre quién era y por qué estaba aquí.

Practiqué la política desde el activismo y desde mi vida cotidiana, que es desde donde mejor se puede hacer sin necesidad de adherirse al poder y al dinero, para poner un granito de arena a eso de cambiar el mundo. Por si hay alguno de los presentes aún no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era.

Podéis felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo no olvidéis que no debieran haber sido los únicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones públicas deben garantizar la no discriminación, la igualdad y la libertad de todos poniendo a disposición los necesarios recursos, incluida la asistencia personal. Me voy con el buen gusto de haber experimentado la auténtica independencia.

Comencé varias veces a escribir mi propia autobiografía, ficcionada naturalmente, pero siempre había algo urgente que hacer y me distraía… lamento que demasiadas veces lo urgente demoró lo importante, y al final el libro quedó sin escribir, y otras muchas cosas quedaron sin hacer.

Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permitía, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habría gustado saber adónde me habría conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deberíamos tener y compartir.

A todos aquellos y aquellas que entendieron mis necesidades y me ayudaron para hacer todo lo anterior posible, tenéis toda mi gratitud. Y a todos con los que compartisteis cualquier cosa conmigo, aunque fuese un desencuentro, se os agradece la oportunidad.

Desde vuestro recuerdo, os quiero
Paco Guzmán

18 julio, 2015

Mi motivada ausencia


La niña de la foto y su circunstancia


Steve McCurry fotógrafo de esta imagen, y su relato de las circunstancias de esta foto tan famosa.

“Le hice entre 7 y 10 fotos, porque se sentó solo durante un minuto. La elegí por sus ojos tan llamativos. Era alumna en un colegio de un campo de refugiados afganos en Pakistán. Ya había fotografiado a algunos de sus compañeros, así que no hubo que convencerla mucho. La profesora les explicó lo que yo estaba haciendo allí. La niña era un poco tímida; solo tenía 12 años. Creo que no entendía mucho de periodismo. Yo solo era un hombre extraño que hablaba una lengua rara. Eran las once de una mañana en noviembre; hacía frío. Yo llevaba un jersey. Cinco años antes, en un viaje distinto, había ido solo, de freelance, y tuve que salir de Pakistán con los negativos cosidos dentro de la chaqueta. Cuando volví en 1984 e hice esta foto fue con National Geographic. Envié el negativo por correo a la revista y hoy lo tengo guardado en mi estudio. El editor de fotografía en principio prefirió otra imagen en la que ella salía tapándose la cara con las manos. Pero la que publicaron finalmente es mucho más fuerte.
No me imaginé que llegaría a la portada de la revista. Solo intenté hacer un retrato interesante. Para hacer fotos necesitas paciencia. He estado en Afganistán unas 30 veces. La primera, cuando la guerra acababa de comenzar y EE UU apoyaba a los muyahidin, antes de que empezaran a ­combatirlos. Los afganos siempre han sido muy amables conmigo. Muchos de mis amigos de allí murieron o han terminado refugiados en otros países. Encontramos a la niña 17 años después y averiguamos que se llama Sharbat Gula. Hablamos con ella una vez al mes. Es viuda y tiene tres hijas. La revista le compró una casa y pagará los estudios de ellas. Ese es su sueño”.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/12/15/eps/1418667316_233687.html